Sin embargo, incluso asumiendo que ese alguien existiera realmente, el caso de Dawn ya me había permitido comprobar lo mucho que cuesta abrirse del todo en ocasiones, como le ocurrió a ella con Spencer. También había visto el coraje que requería. Lo que no sabía era si algún día estaría dispuesta a correr ese riesgo. Y, aun así, me parecía bien. El amor no era para cualquiera.