Save Me

Compruebo que, en realidad, prefiero contemplar a Ruby que a mi equipo.

ese momento ya no puedo ni acordarme de por qué me cae mal.

Las comisuras de mis labios se levantan por propia voluntad. No puedo evitar sonreír. James Beaufort me ha hecho sonreír.

—No me digas que realmente me has traído helado —digo incrédula.
—Nos quedaban algunos en casa —responde sin más—. Toma, o me lo comeré yo.

cierto modo encuentro atractivo que me hable con tanta severidad.

Y cuanto más la miro, más atractiva la veo.

Nunca formaré parte de su mundo

Es ahora cuando te necesita

—Está bien. Creo que en el futuro no la verás sólo en la escuela.

Lydia se queda boquiabierta.

—¿Va en serio?

No puedo evitar que se me extienda una sonrisa.

Entonces, tú eres mi sueño