Laureano ha tenido un accidente y debe pasar sesenta días en casa con la pierna escayolada. Al colegio llega Romina, una niña nueva, y ambos entablan una peculiar relación a distancia. ¿Se puede conocer verdaderamente a alguien… sin conocerle personalmente? Una deliciosa historia que enseña cómo, muchas veces, lo que importa es aquello que uno puede mirar y conocer en el interior de otra persona.