Educar fuera del aula

Sabemos que los niños requieren espacio y tiempo para jugar libremente fuera, en contacto con la naturaleza. Y a la vez esto tiene que ir de la mano con una progresión en las experiencias, según la fase del desarrollo de los niños que los impulsa a cuidar de la naturaleza y a hacerse una idea básica de los procesos naturales. De esto ya se dieron cuenta Nicol et al. en su análisis de los trabajos de investigación existentes sobre la educación fuera del aula:

Si trabajas con niños muy pequeños, es posible que ya estés dando la clase fuera del aula con frecuencia. Si es así, planifica cuánto tiempo más te gustaría pasar fuera. Por ejemplo, han aumentado las guarderías que cuentan con varios días dedicados a actividades en el exterior, como los “miércoles de botas de agua” o los “jueves al aire libre”, desde que los padres dejan a sus hijos en el centro hasta que van a recogerlos.

Empieza pensando en ti mismo

Apilar distintos materiales es una actividad que se puede realizar con la mayoría de los adultos, desde grupos de padres hasta personal docente. Ayuda a las personas a comparar el uso de materiales naturales y otros fabricados por el hombre en el contexto educativo.

Pide que levanten una torre por parejas o en pequeños grupos con cinco piezas de Lego. A continuación, repite la actividad con piedras. Poned en común los resultados. Presta atención al nivel de dificultad, la capacidad para la resolución de problemas, la interacción social implicada y el trabajo en grupo.Lista de control de Los principios de oro de la educación fuera del aula

Sacar el aprendizaje fuera de las aulas nos exige reflexionar sobre nuestra práctica docente y cuestionarnos nuestros valores. Tenemos que tomar decisiones rápidas y estar atentos al mundo impredecible que se abre más allá de las aulas. Para asegurarnos de que los niños mantengan el nivel de creatividad que mostraban en los primeros años de educación (Infantil), tenemos que dar ejemplo de creatividad en nuestra forma de enseñar

Como docentes, nuestro trabajo consiste en encontrar el potencial en el exterior del aula para desarrollar en nuestros alumnos capacidades creativas como:

• Correr riesgos y gestionar las dificultades positivamente.

• Desarrollar el pensamiento divergente y generar ideas.

• Ser capaz de transferir y aplicar habilidades y conceptos de formas nuevas y diferentes.

• Encontrar soluciones prácticas a problemas cotidianos.

• Canalizar nuestros sentimientos y emociones para permitir la actividad creativa

Un ambiente natural enriquecedor es aquel espacio al aire libre que realmente cubre las necesidades de los niños que juegan en él. Se trata de proporcionar a los niños un lugar beneficioso para ellos. Transmite un mensaje inequívoco de que en él los niños son bienvenidos y valorados

Un ambiente natural enriquecedor es aquel espacio al aire libre que realmente cubre las necesidades de los niños que juegan en él. Se trata de proporcionar a los niños un lugar beneficioso para ellos. Transmite un mensaje inequívoco de que en él los niños son bienvenidos y valorados

“como si no hubiera un mañana”

l aprendizaje informal que tiene lugar durante el recreo, la hora de comer y también fuera del horario de clases: pensemos en todo el currículo que se puede tratar durante este tiempo.

• Los niños necesitan jugar libremente a diario y poder jugar por el mero hecho de hacerlo.

• Incluir el juego como parte válida dentro del aprendizaje formal que tiene lugar en las horas de clase: este juego puede estar más dirigido, no tiene que ser juego no estructurado como en el recreo.

• Utilizar el juego como estímulo para el trabajo formal en las horas de clase.

• Adaptar y convertir los terrenos de la escuela en espacios adecuados para el juego (lo veremos más detalladamente en el capítulo 9).

ando damos clase fuera, es necesario que nos paremos a pensar en el impacto medioambiental, igual que hacemos con cualquier otro aspecto de la educación que impartimos. Gracias a nuestra labor de protección, con los años deberíamos transformar el recinto de los centros educativos y otros espacios del barrio en lugares más adecuados. Tenemos derecho a utilizar un lugar, pero también tenemos la responsabilidad de cuidarlo.