Una tierra que se convierte en paisaje árido y cruel, desarraigado de una geografía y de una temporalidad concretas, metaforizándose en escenario ideal de una ineludible y esperanzadora modernización. La autora recompone con minuciosidad el proceso de construcción de ese retrato del Mezquital, rescatando registros ocultos y un corpus fotográfico inédito y ausente de la escena para restituir contexto y temporalidad, y así, devolver y anclar esta región a la geografía y a la historia.