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Jess GR

Oscar

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  • Oriana Gonzalezhas quoted11 days ago
    lo que hacemos, pero no quiénes somos, y me temo que eso está a punto de cambiar para siempre.
  • Oriana Gonzalezhas quoted11 days ago
    aguantando tantos años de borracheras, drogas y excesos.
    —¿Qué pasa? —pregunta Lagos.
    El chico, que ahora ya no lo es en absoluto, bufa de nuevo y se pasa la mano artificial por el rostro cubierto de una fina capa de barba.
    —Estamos muy jodidos. Hay que llamar a Alex y a los rusos también.
    —¿Por qué? —inquiero, y me pongo en pie de un salto.
    —Es la puta Policía. ¡Vienen a por nosotros, joder! Siempre han estado aquí y ahora han decidido actuar.
    Lagos y yo nos miramos y él masculla una maldición antes de salir a toda prisa en busca de Zarco. Tomo una respiración profunda y me pinzo el puente de la nariz. Creí que con la muerte de Samuel todo sería más tranquilo, y así ha sido. Nuestra calma ha durado dos años tras su muerte y ahora volvemos a enfrentarnos a un nuevo problema, esta vez de los serios. Desde los inicios del Clan Z nos hemos preocupado por mantener nuestras identidades ocultas. Todo el mundo sabe
  • Oriana Gonzalezhas quoted11 days ago
    —Tú prueba y ya me contarás.
    —Dudo que tenga tiempo para otra cosa que no sea cambiar pañales y hacer biberones. Amo a mi hijo, de verdad que sí, pero si no puedo dormir más de dos horas seguidas pronto, acabaré perdiendo la razón.
    Sonrío. Bruno es el miembro más reciente de la familia y todos estamos locos por él. Es igualito a su padre, a excepción del cabello pelirrojo, heredado de Ness.
    —Te las arreglarás —mascullo, y contengo un resoplido. Es un jodido afortunado, pero aún no lo sabe.
    Abre la boca para decir algo, pero antes de que pueda pronunciar la primera letra, Beni entra en la biblioteca con pinta de no traer buenas noticias.
    —Tenemos que hablar —sisea entre dientes.
    Lagos y yo nos miramos extrañados, aunque lo de verdad raro es ver a Beni medianamente sobrio. Muchas veces me pregunto cómo es posible que su hígado esté aguan
  • Oriana Gonzalezhas quoted11 days ago
    nuestra relación no ha hecho más que crecer y los acontecimientos recientes han logrado que parte de esa estabilidad se tambalee, pero en el fondo me alegra que haya sucedido, aunque ella no esté convencida en absoluto.
    Lagos entra en la estancia y frunce el ceño al ver la portada del libro que estoy leyendo.
    —Muy sugerente —masculla. Cierro el libro tras marcar la página y me encojo de hombros—. ¿Desde cuándo lees libros porno?
    —Hace años. ¿Por qué crees que Luna y yo decidimos mudarnos a una de las casas desocupadas? —Arqueo una ceja y esbozo una sonrisa descarada—. Estos libros son la jodida biblia del sexo. ¿Quieres saber lo que quiere tu mujer en la cama? Léelos y disfruta.
    —No sé. Ness lee historias románticas, pero esto… —Señala la portada en la que aparecen dos hombres semidesnudos tras una mujer.
    Le tiendo el libro y sonrío de oreja a oreja.
  • Oriana Gonzalezhas quoted11 days ago
    Epílogo Extra
    Dos años después
    Acomodo mi erección para que deje de presionar contra la cremallera de los vaqueros mientras con la otra mano paso la página del libro. ¿Quién podría adivinar que la historia de un extraterrestre con un alter ego que sale de su cuerpo solo durante el sexo para satisfacer a la humana que ha secuestrado y llevado a su planeta podría ser tan excitante?
    La puerta de la biblioteca se abre y mi corazón se detiene durante una milésima de segundo. Por un instante creí que sería Luna. Ha estado completamente fuera de sí en los últimos días. Mentiría si no dijese que me estoy ocultando de ella. Necesito un respiro de tanto drama y nerviosismo. La entiendo, de verdad que sí. En los últimos dos años
  • Oriana Gonzalezhas quoted11 days ago
    Monstruo, el que es rudo durante el sexo, celoso, violento y un pervertido de manual. ¿Qué mujer no perdería la cordura por algo así?
    —Te quiero —susurro, y su agarre se afloja.
    Inspira hondo por la nariz y cierra los ojos con un gesto de satisfacción en su rostro.
    —Claro que lo haces. Nunca tuviste otra posibilidad. —Abre los ojos y esboza una sonrisa engreída—. Ahora túmbate y abre las piernas. Vamos a jugar a un juego.
  • Oriana Gonzalezhas quoted11 days ago
    lanza al suelo junto a la cuchilla y, mientras regresa a mi lado, se quita la camiseta para limpiar la sangre de sus manos—. No podía dejar que ese cabrón viese cómo te follo.
    Suelto una carcajada y me abrazo de nuevo a su cuello.
    —Estas completamente loco —susurro contra sus labios.
    —Dijiste que querías el pack completo, esto es lo que hay.
    —Y me encanta —digo antes de morder su labio inferior.
    —Quiero escucharlo —gruñe, acomodándose entre mis muslos.
    Lamo sus comisuras y recorro con mis dedos las cicatrices de su espalda.
    —¿El qué?
    Gruñe de nuevo y una de sus manos rodea mi garganta.
    —Ya lo sabes. Dilo.
    Alzo la barbilla sin poder contener una sonrisa. Supongo que al final me he quedado con lo mejor de cada una de sus dos personalidades. Tengo a Oscar, el tierno y cariñoso, el protector, pero también a
  • Oriana Gonzalezhas quoted11 days ago
    hacia una esquina de la celda y bufa con fuerza.
    —No, a ese hijo de puta tengo que soportarlo en todo momento.
    Rodeo su cuello con los brazos y pego mis labios a su cuello.
    —Tampoco está tan mal —susurro—. Tiene buenas ideas en algunos ámbitos, por ejemplo, lo de anoche… —Antes de que pueda terminar la frase, Oscar ya me está besando.
    Hunde la lengua en mi boca y me obliga a retroceder para salir de la celda mientras su erección presiona contra mi bajo vientre. Sus manos amasan mis pechos y mi trasero antes de apartar con el brazo lo que hay sobre una de las mesas de herramientas y dejarme sentada sobre ella. Escuchamos un nuevo quejido y ambos nos detenemos con la respiración acelerada.
    —Dame un segundo —gruñe, y se aleja. Da media vuelta, y tras entrar de nuevo en la celda, coge el bisturí que tenía yo antes y no tarda ni diez segundos en arrancar los ojos de Samuel de sus cuencas. Los
  • Oriana Gonzalezhas quoted11 days ago
    brazo.
    —¿Dónde aprendiste a hacer esto? No recuerdo que en la finca impartieran cursos de tortura y métodos de interrogación.
    —Práctica —responde, y se encoge de hombros—. Se me murieron bastantes al principio, después le fui cogiendo el truco. Primero con los enemigos del Clan, y cuando me marché a la finca y tú no estabas para tranquilizarme durante mis crisis, me di cuenta de que las voces se callaban cuando les daba sangre. Cuanto más grotesco y violento era durante mis cazas, más tiempo me dejaban en paz.
    —¿Monstruo también? —inquiero.
    Ya me he acostumbrado a tratar a esa parte de él como alguien independiente. Son como el Doctor Jekyll y Míster Hyde, dos personalidades que coexisten en un solo cuerpo. Por suerte, Oscar es lo bastante fuerte como para dominar al otro la mayor parte del tiempo. Echa un vistazo sobre mi hombro
  • Oriana Gonzalezhas quoted11 days ago
    pero esta vez desde adelante.
    —Ambos sabemos que Bailey no aprueba nada de lo que hacemos aquí abajo, pero mientras no se meta en nuestros asuntos, todo estará bien. Por cierto, tienes que silenciar ese dichoso grupo de mensajería instantánea en el que estás con las chicas. Me vuelve loco que no deje de sonar en todo momento.
    Samuel vuelve a quejarse y lo miro haciendo una mueca de asco. Su cabeza se ha convertido en una especie de masa deforme que supura líquido blanquecino debido a la infección en el cuero cabelludo. El olor que desprende es nauseabundo, y no es solo por estar sentado en sus propias heces y orina desde hace semanas.
    —Vamos a tener que matarlo —mascullo.
    Oscar respira hondo y me rodea para dar una patada en la silla metálica. Samuel abre los ojos de golpe con terror.
    —Aún aguanta unos días más. Mañana empezaremos con el otro
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