La gaviota

Has hecho bien, gaznápir

no tiene corazón para el amor ni alma para la poesía!, ¡ni aun parece que tiene sangre para la vida! Y sin embargo, el cielo está en su sonrisa; el infierno, en sus ojos, y todo lo que el cielo y la tierra contienen, en los acentos de su soberana voz».

En aquel corto instante, aquellas dos naturalezas se sondearon recíprocamente y conocieron que eran del mismo temple y fuerza. Era preciso romper o suspender la lucha

parece —añadió Eloísa— sino que la ha vestido el mismísimo enemigo. Parece un Judas de Sábado Santo.

Hay muchos apellidos generales y como mancomunes en España, no hay duda; pero esto nace en gran parte de que, en tiempos pasados, los señores que tenían esclavos les daban sus apellidos al emanciparlos. Estos nombres, usados por los moros ya libres, debieron multiplicarse

Hay dos géneros que, a mi corto entender, nos convienen: la novela histórica, que dejaremos a los escritores sabios, y la novela de costumbres, que es justamente la que nos peta a los medias cucharas como nosotros.

Una novela fantástica española sería una afectación insoportable

«¿Habrían hecho los antiguos artistas tantas obras maestras, si en lugar de consagrarlas a la veneración de las almas piadosas, a recibir su culto y sus oraciones, hubieran sabido que su paradero había de ser un museo, donde estarían expuestas al frío análisis de los amigos del arte y de los admiradores de la forma?»

Además —dijo Rita—, está muy enamorado de la bolera Lucía del Salto; y así, aunque el señor fuera de mi gusto, le habría dado la misma respuesta. No estoy por las competencias; y mucho menos con gente de entre bastidores.

—¿Es posible, Ritita —dijo el duque—, que hayáis rehusado veinte mil libras de renta?

—No he rehusado la renta —contestó la joven con soltura, sin dejar de mirar el juego—; lo que he rehusado ha sido al que la posee.