Tener éxito. Las mejores 100 ideas para triunfar

Una persona exitosa se levanta temprano y se prepara

Sal de la pasividad
El pasivo vive cansado.

El pasivo no se deja enseñar.

El pasivo es acarreado.

El pasivo se acepta tal como es.

Entonces, ¿quién es el activo?

El activo es el que llega a la meta.

Evalúa tu actitud
Todo en la vida es cuestión de actitud.

Debes cambiar tus actitudes negativas.

La actitud es lo más poderoso que tenemos. La actitud nos eleva o nos destruye.

Aplica este principio a partir de hoy: cuando uno cambia de actitud tiene su milagro.

Ordena tu espacio
Un buen ejercicio es comenzar por ordenar tu propio lugar de trabajo. Despréndete de todo lo que no sirve. Y haz lo mismo con tu vida. Si te sientas en un lugar donde todo está desordenado, automáticamente tu mente se dispersa. Pero si trabajas en un lugar donde todo está limpio, eso influirá fuertemente en tu manera de pensar y, por lo tanto, de sentir.

Maneja la envidia
Si te cruzas con un logro mayor que el tuyo no es para humillarte sino para que desees analizar cómo lo consiguió.

La excelencia y el triunfo siempre traen envidia.

Debes aprender a manejar la envidia para recibir la prosperidad que está reservada para ti.

Fluye con energía
Cuanto más trabajas, más energía tienes. ¿Ves a esa gente que hace mil cosas por día? ¿No entiendes cómo lo logran? Trabajan rápidamente y luego dejan fluir esa energía dentro de sí. Si andas despacio, te deprimirás. Ponte en marcha con velocidad y verás cómo fluyes.

Declara: “Soy una persona para la acción”. Y luego, pon manos a la obra.

Muévete sin pausas, continuamente. Si haces algo, dedícate por entero a eso.

Cuanto más rápido trabajes, más energía tendrás fluyendo para hacer todo lo demás.

Amplía tu visión
Hay personas que no reciben nada porque jamás esperan nada. No tienen sueños porque creen que no los merecen o piensan que nunca van a lograrlos. Poseen una visión limitada acerca de sí mismos y de su potencial. Su vida es como una botella de champaña, pero con el corcho puesto. Están hechos para la gloria, pero al ignorarlo les es imposible disfrutar.

Si crees que no eres capaz, detectarás todos los errores, solo hablarás de ellos y no de los aciertos porque solo te estarás focalizando en tus fallas