No penséis que he venido a traer paz al mundo. No he venido a traer paz, sino guerra. He venido a causar discordia: a poner al hombre contra su padre, a la hija contra su madre y a la nuera contra su suegra, de modo que los enemigos de uno serán sus propios familiares» (Mateo, X, 34-36).
Venceslao I, joven rey de Bohemia, ilustró trágicamente estas perturbadoras palabras de Cristo