«Una señora de 57 años tiene un romance con un joven de 22. Cuando el amorío se complica, ella lo acusa de haberle robado un montón de dinero. La denuncia prospera, se entabla un juicio, comienzan las averiguaciones y salen al descubierto las cartas privadas que ella le escribió a él. Lo relatado ocurre en Caracas en 1836 y se convierte en chisme y comidilla de la ciudad por una razón muy sencilla: la señora en cuestión es María Antonia Bolívar, la hermana del Libertador, mientras que el presunto ladrón y depositario de su afecto es un joven humilde llamado José Ignacio Padrón, quien se gana la vida fabricando peinetas.
A través de cada uno de los personajes que forman parte de esta historia, es posible conocer las mudanzas ocurridas en nuestra sociedad. El desarrollo del juicio, las declaraciones de los testigos, la actuación de los abogados, las respuestas y desplantes de María Antonia, la actitud del juez, el desenlace del episodio, nos acercan a los difíciles años que siguieron a la guerra de independencia justo cuando comenzaba el largo y complejo camino de construir la Venezuela republicana.»