Las ferias de Madrid. Félix Lope de Vega
Fragmento de la obra
Jornada primera
(Salen Guillermo y Pierres, buhoneros.)
Guillermo: ¿Que en esa acera pusiste
tu aparato y tienda, Pierres?
Guarda que el lance no yerres
que en la de enfrente tuviste.
No te fue mal otros años
con el puesto que te di.
Pierres: Antes, por ganar, perdí;
hay un provecho y mil daños.
Guillermo: Pues la luz, ¿no es de importancia?
Pierres: Sí, pero tiene aquel lado
descubierto y me han robado
la mitad de la ganancia.
Guillermo: ¡Qué bien nos dio de comer
el amigo!
Pierres: ¡Largo cuenta!
A fe que tiene pimienta,
pero no para beber.
Conocíle yo en Amberes,
pobre y de bellaco talle,
que vendía por la calle
hilo, antojos y alfileres,
y agora está rico a costa
de nuestras pobres haciendas.
Guillermo: ¿Descubriremos las tiendas?
Pierres: Ganar quieres por la posta.
Guillermo: Mal me fue por la mañana.
Pierres: Descubre, que dio la una.
Guillermo: Espero mejor fortuna
si esta tarde no se gana.
(Descubren las tiendas, y sale Lucrecio.)
Lucrecio: ¡Oh, pesia tal con el pesado yugo,
que a fuerza quiere ya romper el cuello
y que ha de ser un vulgo mi verdugo!
Colgada veo de un sutil cabello
toda la fuerza del cabello mío.
Rómpase ya, que gusto de rompello
Maldiga Dios aqueste desvarío
de ferias o de diablos, que me tiene,
antes que entre el invierno, helado y frío.
Todos los años por aciago viene
la fiesta de este santo, como martes,
y para todos es fiesta solene.