Tara no le conoce, no sabe su nombre y aun así se deja llevar por la pasión en aquella sala de cine. Todo comienza como una erótica fantasía, pero se transforma en algo obsesivo, en una descontrolada atracción. El la arrastra hasta el límite y logra que lo desee con solo mirarla. Intenta alejarse, no puede permitirse tener una relación, pero Damian es directo y muy persuasivo, sabe que algo le oculta e intenta que confíe en él. Tana no puede hacerlo y lo que penó que sería un simple juego, se convertirá en algo peligroso. Su oscuro pasado volverá para recordarle que esté donde esté la encontrará y su vida dependerá de la decisión que tome.