Este libro resultará de interés tanto a lectores no familiarizados con el pensamiento de Wittgenstein, como si los que sí lo están. Aunque hay evidencias suficientes para concluir que Wittgenstein consideraba que su pensamiento gravitaba entorno a un centro ético, lo cierto es que fueron muy pocas las paginas, y aun las observaciones, en que explicitó, por decirlo con expresión wittgensteiniana, el «espíritu» ético de su obra. De ahí quizás la escasa atención que su dimensión ética ha concitada, en comparación con otros aspectos de esta: la filosofía de la lógica, del lenguaje, de la psicología, inclusa la metafísica… Y de ahí, la extrema dificultad de intentar sacar a la luz el significada ético del pensamiento wittgensteiniano es como intentar precisar la forma y dimensión de un inmenso iceberg del que solo una mínima parte aflora a la superficie.