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Elísabet Benavent

Martina en tierra firme

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  • Ana Lucia Arroyohas quoted6 years ago
    Ella sonríe y yo sonrío. Somos como el mar, le digo, los años pasan por encima de nosotros pero en lo fundamental no envejecemos. Y la quiero como al principio pero sabiendo hacerlo. Y ella me quiere más que al mar.
  • Ana Lucia Arroyohas quoted6 years ago
    Pablo y yo cometimos una pequeña locura cuando Diego cumplió tres años. Le dijimos a su profesora que faltaría al cole un día y nos lo llevamos al juzgado donde nos casamos sin nadie más de testigo que los propios trabajadores del registro civil. Preferimos guardar aquel secreto entre nosotros dos y no compartirlo jamás. Acto seguido fuimos con Diego al estudio de tatuaje donde nos tatuamos en una noche de borrachera una ola del mar en la muñeca y nos dibujaron para siempre dos aros negros alrededor del dedo anular de nuestra mano derecha. Después cenamos pizza, porque a Diego le encantaba. A día de hoy Pablo y yo seguimos siendo los únicos que sabemos que además de la vida, el mar y una noche, nos casó un juez; nuestro hijo era demasiado pequeño para recordarlo. Y a nosotros nos parece especial que siga siendo así y cuando Amaia bromea diciéndonos que vivimos en pecado, nos miramos cómplices.
  • Ana Lucia Arroyohas quoted6 years ago
    —Te quiero —me dijo—. No sé por qué lo callé tanto.
    —Porque te quiero no sirve. Tendrán que inventar una palabra para nosotros.
    —Porque sí somos especiales
  • Ana Lucia Arroyohas quoted6 years ago
    escuché por fin salir de entre sus labios el secreto de lo que siempre fui para ella pero se calló:
    —El amor de mi vida... eterno... como el mar.
  • Ana Lucia Arroyohas quoted6 years ago
    —Te vuelves a esconder. Piénsalo... ¿es mejor pasar la vida preguntándote «qué pasaría si» o un ratito de vergüenza?
  • Ana Lucia Arroyohas quoted6 years ago
    —¿Lidia es tonta o solo se pone tonta cuando te ve a ti? —le pregunté a Pablo.
    —No sé a qué te refieres. —Se rio él.
    —Me refiero a esas risitas que lanza. Y a cómo te mira.
    —¿Cómo me mira?
    —Como si fueras un pan recién horneado y ella estuviera hambrienta.
    —Entonces no es tonta. Es que le gusto.
  • Ana Lucia Arroyohas quoted6 years ago
    Las personas somos complejas. Supongo que si pudieran abrirnos y diseccionar nuestras emociones como la maquinaria de un reloj, todo sería más sencillo. Pero ese ejercicio debemos hacerlo casi siempre solos. ¿Qué pasa cuando no somos capaces de desentrañar cuál es el problema?
  • Ana Lucia Arroyohas quoted6 years ago
    Sus cejas estaban arqueadas, como si el cansancio y la pena se acumularan justo allí, sobre sus ojos.
  • Ana Lucia Arroyohas quoted6 years ago
    preguntó a sí mismo si había sonreído una sola vez. La respuesta no le gustó.
  • Ana Lucia Arroyohas quoted6 years ago
    Entendió entonces algo. Los golpes contra las paredes hasta hacer sangrar sus nudillos eran lágrimas mal gestionadas que nunca fueron derramadas. Los hombres creen que llorar les hará menos hombres y maldicen entre dientes mientras golpean una pared, pero un día, sin más, se dan cuenta de que las lágrimas son más maduras y los harán más sabios.
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