otras ocasiones, las peticiones de seguridad y estima o confirmación pueden tener que ver con la propia persona, y se reconocen por expresiones como «¿Cómo estoy? No estoy seguro de haber hecho esto o aquello. ¿Cómo me ves? No estoy seguro de... Ya verás como me critican/suspenden/rechazan como siempre». Quien le esté ayudando se encontrará en la paradójica situación de tener confianza en una persona que no tiene ninguna en sí misma. Una situación de este tipo provoca un gran estrés en el «ayudante», porque no puede estar nunca seguro del resultado de sus acciones; en ocasiones puede ir todo bien (quien no se quiere se convence de lo que vale y durante algún tiempo se siente más fuerte que nunca) o no del todo o en absoluto bien (la persona que no se quiere se sentirá en ese instante medianamente bien..., pero, al día siguiente, tendrá que comenzar de nuevo).