es
Books
Fannie Flagg

Tomates Verdes Fritos

  • Sol Ríoshas quoted4 months ago
    Debió de enterrar en el jardín centenares de cabezas. Pero, bueno, gracias a eso ¡nos crecían las calabazas y los tomates más hermosos de la ciudad!
  • Dianela Villicaña Denahas quoted15 days ago
    ¿Y qué otra persona podía querer matarlo? —preguntó Evelyn tras reflexionar unos instantes.
    —Mira, encanto, no se trata de quién quisiese, sino de quién lo hiciese. Esa era la cuestión. Unos decían que podía haber sido Smokey Lonesome; otros que Eva Bates y la pandilla del Club de Pesca…, que bien sabe Dios que eran de armas tomar; además de los de la Peña del Pepinillo… Cualquiera sabe. Aparte… —añadió Mrs. Threadgoode— de la propia Ruth.
  • Dianela Villicaña Denahas quoted24 days ago
    Tres días después de que los dos georgianos apareciesen en la ciudad haciendo averiguaciones sobre Frank Bennett, el canijo Curtis Smoote fue solo al café y se pidió otra ración de carne a la barbacoa y un botellín de naranjada.
  • Dianela Villicaña Denahas quotedlast month
    Supongo que todos se habrán enterado ya de que el calamidad de mi marido le pegó fuego al garaje el otro día. Estaba tan enfrascado tratando de ajustar el dial de la radio, para poder escuchar con su pandilla de amigotes del ferrocarril el partido de béisbol, que tiró una colilla sobre mi colección de revistas femeninas y ardió todo en un instante.
  • Dianela Villicaña Denahas quotedlast month
    Se había metido en el lecho nupcial decidida a comportarse como una esposa buena y cariñosa, dejando a un lado todo lo demás, sin reservas. Por eso le dolió tanto que él la poseyese con tanta violencia…, como si quisiera infligirle un castigo. Cuando él hubo terminado, Ruth se quedó allí en la cama y él se levantó y se fue a dormir a la habitación contigua
  • Dianela Villicaña Denahas quotedlast month
    »Se me partió el corazón al verlos marchar. Y al regresar caminando hacia casa, me sentí muy apenada. Tuvieron a Albert allí durante tres semanas, haciéndole pruebas y más pruebas, y yo me pasaba todo el día rezando: “Por favor, Dios mío, no permitas que mi pequeño tenga nada malo”.
  • Dianela Villicaña Denahas quotedlast month
    Desde que Idgie puso la fotografía de la elefanta Miss Fancy en el café, la hija menor de Onzell y Big George, Pájaro Travieso, estaba fascinada. No hacía más que pedirle a su padre que la llevase al parque Avondale para ver a la elefanta. Y aquel día Pájaro Travieso no pensaba en otra cosa.
  • Dianela Villicaña Denahas quotedlast month
    »Las mujeres ponen mayor empeño en mejorar sus relaciones con los hombres. Pero lo más importante es cambiar las relaciones entre mujeres».
  • Legnahas quoted2 months ago
    Quienes más sufren son quienes menos lo dicen.
  • Legnahas quoted2 months ago
    Libre; igual que todas aquellas personas que estaban allí con ella y que, pese a haber sufrido tanto, no habían dejado que el odio y el temor aniquilasen su capacidad de amar.
fb2epub
Drag & drop your files (not more than 5 at once)