Drizzt Do’Urden siente que nunca ha estado más perdido. Su amante, Dahlia Sin’felle, no puede hablar de otra cosa que de enfrentarse otra vez al señor netheriliano Herzgo Alegni. Artemis Entreri también busca venganza y se ofrece a ayudar a Dahlia. Deben luchar también contra la Garra de Charon, la espada sensitiva de Alegni, que domina sus movimientos… pero no su mente. Pero ¿puede confiar Drizzt en su antiguo enemigo? Drizzt no sabe a qué atenerse. Por eso, hace lo que sabe, luchar. Al lado de Dahlia, cuyos secretos lo intrigan. Al lado de Artemis Entreri, cuyos secretos lo acosan.