Es rica y joven:
“—Esperemos que ese joven que te gustó hoy —dijo el padre enérgicamente— sea hijo de Fulano o de Zutano.
—Yo no sé dé quién es hijo —murmuró Susana, tranquilamente—, Lo único que sé es que me gustó.
—Pues debieras enterarte antes, quiénes son sus padres.
—Igual es huérfano —dijo Susana campanuda.
—¡Susana!
—Perdona, papá. Yo no voy a ir preguntando el árbol genealógico de la familia a todos los chicos que conozco.
—Esta ciudad es como un pueblo grande y en seguida se sabe a qué clase pertenece cada cual.
—¡Nunca en mi vida había visto a ese chico. Sé que se llama Gerardo, es lo único que sé y que me resultó una velada entretenida junto a él.
—En la discoteca.
—Pues sí, mamá.
—Juan, tienes que imponerte. Susana no debe volver a una discoteca.”