La pandemia del COVID-19 ha restringido la libertad de circulación imponiendo
presencias forzadas o, al menos, no deseadas. Estas presencias pueden desembocar
en consecuencias tributarias imprevistas sobre todo en relación con la fiscalidad
internacional. Este trabajo identifica y analiza críticamente los problemas
actuales que la referida situación está planteando y seguirá planteando en el
futuro. En particular, se estudian los problemas relativos a la delimitación de la residencia
fiscal de personas físicas y jurídicas, abordando el criterio mantenido por la DGT a este respecto, el posible surgimiento de Establecimientos Permanentes,
el régimen fiscal de los trabajadores en movilidad internacional, así como la incidencia
de la pandemia en la aplicación del régimen de precios de transferencia.
Por último, la irrupción de la pandemia y su incidencia transversal ha forzado la revisión repentina e integral de la política de precios de transferencia en grupos empresariales en aspectos tales como el perfil funcional de las entidades del grupo, los contratos suscritos, la asignación de pérdidas o los esquemas de financiación intragrupo, en un escenario de ausencia de información comparable que refleje los efectos del COVID-19 en el mercado. En este trabajo se abordan dichas cuestiones y se plantean soluciones concretas para mitigar la incertidumbre resultante.