El libro «Challenge-Based Learning: un puente metodológico entre la Educación Superior y el mundo profesional» configura una obra colectiva en la cual se desarrollan diecisiete buenas prácticas que han sido implementadas en la educación universitaria, mediante las cuales se ha aplicado en el aula la metodología disruptiva de aprendizaje, Challenge Based Learning. Mediante la presentación de los razonamientos que han dado lugar a la aplicación de la mencionada metodología en áreas de conocimiento divergentes y complementarias, y de los procedimientos, protocolos y resultados de dicha implementación, el grupo de profesionales que participan como autores de los capítulos que constituyen la obra, se encargan de trasladar al lector buena parte de la vocación que sustenta el esfuerzo que demanda acercar a los estudiantes, al mundo real.
El libro se divide en cuatro secciones, que agrupan temáticamente las prácticas CBL en cuestión. La primera sección atiende los «Retos y la perspectiva crítica desde las Humanidades y las Ciencias Sociales»; la segunda los “Retos de integrar el mundo profesional y el aula”; la tercera “El impacto social positivo como reto de la realidad educativa”; y la cuarta “La toma de decisiones como reto educativo profesional”.