Juntos no existe el tiempo y no tenemos edad. Porque a veces esta unión inexplicable traspasa todo lo físico y se convierte en una promesa de eternidad.
Mark y Frank ya son padres de tres hijos y han entrado en la madurez con su pasión intacta, más unidos que nunca y lidiando con la difícil adolescencia de su hija mayor. Será ella, Charlotte, quien pondrá patas arriba la tranquila vida que llevan en Nueva York cuando decida fugarse a Los Ángeles con la intención de probar suerte como actriz.
Mientras Mark y Frank intentan traer de vuelta a casa a su díscola hija de quince años, una inesperada herencia hará que Mark tenga que viajar hasta Irlanda.
Una vez más tienen que separarse, y su amor se pondrá a prueba de nuevo cuando los secretos del pasado amenacen con tambalear sus vidas. Pero el verdadero obstáculo que deben superar no tiene que ver con la distancia y sí con cumplir la promesa que una vez se hicieron: “En la salud y en la enfermedad, hasta que la muerte nos separe”.