Lewis me cuenta que poco antes de 1680 llegaron cientos y cientos de jóvenes a la ciudad de Chicago con el entusiasmo desenfrenado por crear riqueza, lo arriesgaban todo. El miedo era su motor y hacer dinero lo único que tenían en mente… a los que no eran lo suficientemente valientes, se los tragaba el fango y la hierba que era espesa y larga. Al parecer los demonios que cuidaban el lago eran duros con los débiles. ¿Cómo lograron construir una ciudad sobre arcilla y sobrevivir a pesar del aire envenenado? * Esa es mi vida, me la paso justificando lo que hago, disculpándome, escondiéndome, y tratando de que nadie se altere con mi presencia. Sin exigir, sin pedir, siempre accesible y amable a pesar de mí. En algún momento tomé como cierta la estúpida creencia de que mientras más grande el sacrificio, mejor persona soy. * La mentira que nos une habla de lo que se le escapa al amor, de lo que duele y deja cicatrices profundas, de lo que tratamos de evitar, hasta que no lo podemos hacer más, y es ahí, en lo que no queremos ver, donde se encuentra la luz. Alicia, una joven mexicana, viaja con su novio Leonardo a Chicago, para encontrarse con la historia de su tatarabuela Carol, víctima del fuego que arrasó con la ciudad en 1871. En el viaje, Alicia descubrirá un secreto, una traición y una historia de amor. De forma simultánea, se enfrentará con las dificultades de su relación con Leonardo y consigo misma. La historia de Chicago funciona como un espejo para la protagonista. La ciudad de los vientos es un símbolo de tenacidad, pero sobre todo, de amor, arte y belleza. ¿Logrará Alicia mirar a través del espejo?