Esta novela, primera del volumen El río del tiempo y publicada originalmente en 1985, resalta las reflexiones autobiográficas que son comunes en la obra de Vallejo. Su nefasta relación con el catolicismo, sus pensamientos sobre la actividad creativa y la literatura, la visión sobre las costumbres de su región, la relación con su padre, el boom latinoamericano son algunos de los temas donde ancla ese explosivo pensamiento que ha sido fundamental para el desarrollo de su carrera literaria.“Me pasé la infancia y la juventud en misa o leyendo novelas, y tantas oí y leí que perdí la fe: en dios, cosa que para los efectos de la literatura poco importa, y en el novelista de tercera persona que sí. Hoy por hoy no piso ni una iglesia ni de turista y no leo una novela ni a palos… me escapé del boom que no sé en última instancia qué fue.”