Querías saber lo que las otras chicas tuvieron de mí. Bueno, eso fue lo que no tuvieron. —Mi voz fue firme pero suave. Necesitaba que me escuchara—. Nunca toqué sus cuerpos así o las sostuve. Nunca me preocupé de que lo disfrutaran. Ellas no obtuvieron ninguna parte de mí que valía la pena tener, Tate. En especial K.C. Nunca la toque así. —Le acaricié el cabello—. Eres la dueña de mi cuerpo y alma, y todos lo van a saber. Algunas veces voy a ir suave contigo, y otras voy a follarte. Pero siempre será amor, Tate.
Siempre lo ha sido. Y siempre lo será.