parresiasta, tal como lo describe Isócrates –por ejemplo, en su discurso Sobre la paz–, es aquel que –a la inversa de los demagogos, que sólo buscan hacer oír al pueblo las opiniones que suenan gratas a oídos de este– asume la tarea de proclamar verdades desagradables de escuchar, que generan disenso y entrañan el riesgo de una reacción popular hostil.