«En los poemas que componen Inclemencias transitan las complejas preguntas del amor, la muerte y el destino, lo que significa que en estas páginas se encuentra un retrato de la existencia, un instante efímero. Entre la memoria, el luto y una esperanza que se aferra a salir a flote, Clemencia Toro demuestra en su opera prima que la escritura es un bálsamo, sí, pero también una aguja que sabe punzar en los lugares correctos.
«Pretendimos ver la vida a través de una lupa complicada: la existencia, esa que algunos no entendemos, otros no aceptamos, a otros nos frustra y otros nos encantamos con ella, pero siempre nos llena de aprendizajes y regalos nuevos. No pretendo ni pretenderé entenderla, pero me gusta acercármele para entenderme viva».»