Treinta y siete poemas ilustrados con fotos originales de la misma autora.
Por esas cuestiones atávicas, cada vez más debatibles, se obliga y visualiza lo femenino dentro de los ámbitos de la cotidianeidad. Entre ellos, la cocina. Pero, comúnmente, se ha pasado por alto que debido a la sensibilidad e inteligencia de sus códigos, lo femenino es capaz de mudar en rituales transformadores y propiciatorios los actos más simples y cotidianos. Y esto trasciende el género con el que se nació.
El pan, las nueces y la canela, de Gloria Bratschi, es una de esas manifestaciones de la voz femenina que nombra, atraviesa y convierte tales actos en música y poesía.