El mito de la belleza

Antecedentes del RBP

Si el mito de la belleza no se basa en la evolución, la sexualidad, el género, la estética o Dios, ¿en qué se basa entonces? Afirma tener que ver con la intimidad, el sexo, la vida… ser un elogio de la mujer. En realidad se compone de distancia emocional, de política, de economía y de represión sexual. No tiene nada que ver con las mujeres. Tiene que ver con las instituciones de los hombres y con el poder institucional.

No hay justificación histórica ni biológica para el mito de la belleza

El mito de la belleza cuenta una historia: la cualidad llamada «belleza» tiene existencia universal y objetiva

aunque El mito de la belleza ha dado a muchas mujeres jóvenes y adultas el impulso definitivo para cuestionar sin ambages los ideales de la cultura de masas, ha habido numerosos aspectos en los que ese paso adelante se ha visto contrarrestado por varios pasos atrás.

Se trata, de hecho, de un malentendido, puesto que lo que defiendo en este libro es el derecho de la mujer a elegir qué aspecto desea tener y lo que quiere ser, en lugar de obedecer los dictados del mercado y de una industria publicitaria multimillonaria

Los avances alcanzados por las mujeres habían comenzado a otorgarles rasgos opuestos a los mencionados: autoestima elevada, sensación de eficacia, actividad, valor y claridad de pensamiento. «La restricción prolongada y periódica de las calorías» es una manera de cortar las garras de esta revolución.

los veinte años posteriores al comienzo de la segunda ola del movimiento feminista, el peso de las Miss América cayó en picado y el peso medio de las «conejitas» de Playboy descendió en ocho años del 11% por debajo de la media nacional en 1970 al 17% por debajo de la misma. En su autobiografía, la modelo Aimee Liu afirma que muchas de ellas son anoréxicas y que ella misma siguió trabajando como modelo a pesar de su anorexia. Entre las bailarinas, el 38% muestra conductas anoréxicas. La modelo, bailarina o actriz media es más delgada que el 95% de la población femenina.

dieta y la delgadez comenzaron a ser motivo de preocupación femenina cuando las mujeres occidentales obtuvieron el voto en torno a 1920. Entre 1918 y 1925, «la rapidez con que la nueva silueta lineal reemplazó a la curvilínea resulta sorprendente».

La idea de que las mujeres adultas, con todas sus cualidades sexuales plenamente desarrolladas, no sirven para estimular y satisfacer el deseo sexual masculino, y de que la «belleza» las completa es la Gran Mentira del mito.