El 6 de agosto, Gertrude Ederle, una estadounidense de diecinueve años de edad, recorre a nado del cabo Griz-Nez en Francia a Kingsdown en Inglaterra, en catorce horas y treinta y un minutos, y se convierte así en la primera mujer en atravesar a nado el canal de la Mancha y la primera que al competir en un deporte de importancia supera al plusmarquista masculino mundial