Rio Mastrangelo no quería nada de un padre que nunca le había reconocido. Por eso, cuando heredó inesperadamente una isla, decidió venderla tan rápidamente como pudiera. Sin embargo, la posible compradora que llegó a sus costas no era la mimada heredera que Rio había estado esperando y su sensual cuerpo lo atrapó con un tórrido e innegable deseo.
Tilly Morgan aceptó una gran suma de dinero por hacerse pasar por la hija de su jefe, pero no había contado con que se encontraría con el atractivo Rio. Cuando una tormenta azotó la pequeña isla, los dos se quedaron atrapados, sin nada que los protegiera de su embravecido deseo.