ibid. 2, 9). «Conozco tus obras: se dice que vives, pero estás muerto. Está alerta y reanima el resto que estaba a punto de morir» (ibid. 3, 1). «Conozco tus obras: que no eres ni frío ni caliente. ¡Ojalá fueras frío o caliente!... Dices: me he enriquecido y de nada tengo necesidad y no sabes que eres tú el desdichado, y miserable, y pobre, y ciego, y desnudo» (ibid. 3, 15 ss.).