Se había hecho un silencio en la fiesta. El anfitrión pasaba diestramente las hojas de un librito de réplicas, pero no encontraba nada. Entonces buscó «salvaje» y se encontró con que estaba marcado en positivo: «Masculino, bruto, viril, poderoso, bueno.» Así que sonrió ampliamente, y se guardó el libro.
—Adelante, chica —digo.