Señor del mundo, bendito seas, escucha la plegaria de tu sierva, que ahora es madre. Cuando nace un niño, la familia se augura que llegue a ser alguien, inteligente, que se distinga de los demás. Haz que no sea así. Haz que este escalofrío que sube por mi espalda, este frío venido del futuro, se mantenga alejado de él.