Entre los siglos IX y XIV tuvo lugar un tráfico internacional de esclavos bastante regular; la mayoría de ellos eran mujeres y niños. Por seis rutas principales de caravana y dos litorales trajinaron en dicho periodo aproximadamente entre 5 000 y 10 000 esclavos por año. El norte de África siguió siendo la principal zona desde donde mercaderes musulmanes desarrollaron y difundieron buena parte de este tráfico;