La montaña eres tú

Si quieres cambiar tu vida, necesitas tomar decisiones pequeñas, casi indetectables, cada hora de cada día hasta que se vuelvan habituales. Después, simplemente, continuarás haciéndolas.

Lo que haces cada día explica tu calidad de vida y tu grado de éxito. No se trata de si te «sientes» con ganas de hacer algo, sino de si lo haces a pesar de todo.

no cambiamos nuestra vida en destellos de brillantez, sino a través de un lento proceso en el cual se esclarecen las suposiciones y nuevas explicaciones

Los grandes avances no ocurren de manera espontánea: nacen de puntos de inflexión.

No podemos vivir gobernados por cómo nos sentimos. Nuestras emociones son temporales y no siempre reflejan la realidad.

todo cambio, sin importar cómo sea de bueno, será incómodo hasta que se vuelva familiar. También es por eso que podemos quedarnos atrapados en hábitos y círculos autodestructivos.

Cuando tenemos tanto miedo de perder algo, tendemos a alejarlo de nosotros

salir con alguien es un proceso de ensayo y error. Primero tienes que fallar para triunfar.

La inteligencia emocional es la habilidad de comprender, interpretar y responder a tus emociones de una manera clara y sana.

Tu intuición siempre es sutil y gentil, incluso si te está diciendo que algo no es para ti.