Juana con sus relatos removerá, desde lo visceral, aquellas emociones y sensaciones escondidas detrás del manto de realidad suavizada en la que se encuentra sumergida. Con el trazo del grafito de su lápiz infernal mostrará la maldición ancestral que arrastra.
Carne se harán cada una de las palabras, te enseñará el doblé escondido, de aquello que pasa de ser percibido por el simple hecho de que el azar de la vida nos ha favorecido. Cada historia, cada personaje buscará sembrar psicosis, no te soltará y te darás cuenta que no escapan demasiado a la realidad, y que la delgada línea, entre la fantasía, oscila.
«Caminaba sin mirar atrás, no quería ver, no quería encontrar ni encontrarse. El dolor de su cuerpo no era más fuerte que el de su alma»…