De olfato

la década de 1950 el hábito de cepillarse los dientes se había convertido en una práctica cotidiana entre buena parte de la población mexicana, habría que pensar cuál fue el papel de la publicidad en esto

Somos socializados en lo que nuestra cultura considera que huele bien o mal, y en un ’gusto’ nasal

la publicidad construyó un discurso hegemónico en torno al “buen” o “mal” olor y este discurso fue transnacional

1940, el género de fotonovela había cobrado un lugar relevante en los anuncios publicitarios de la prensa, que cada vez más reunía diversas estrategias en un solo anuncio

A principios del siglo XX los polvos para limpiar la

Los anuncios de Sozodonte fueron publicados en la prensa mexicana hasta fines del siglo XIX

Al terminar la década de 1920, en México se comercializaban más de 30 marcas de dentífricos, en pasta, en polvo o en forma de enjuague bucal

Debido a los efectos de la sinestesia, el olor sugirió valor económico, fue signo de masculinidad o feminidad, de prestigio, clase social o distinción. Además de ser convertido en una mercancía, el olor debió transformarse en una imagen, pues como a través de la publicidad gráfica no había forma de que el consumidor entrara en contacto directo con el olor, se necesitaba apelar al mundo de las emociones, de la memoria y de la representación

Me concentraré en los anuncios que atendieron uno de los olores corporales: el del aliento

publicidad fue un poderoso medio de divulgación de discursos acerca del olor