Clara Campos?
Era ésta hija de Esteban Campos, el leal servidor de don Melchor, fallecido en Pomoca durante los aciagos días del gobierno constitucional de México, y el mismo a quien se atribuía haber despertado en Ocampo la idea de reformar el arancel de obvenciones parroquiales, porque —cuentan— habiendo pedido Campos al cura de Maravatío, don Agustín Dueñas, “sepultura gratis para el cadáver de uno de sus hijos”, el cura se la negó, y como Campos, sin saber qué camino seguir debido a su pobreza preguntara al mismo cura qué hacía con “su muerto”, Dueñas le contestó: “Sálalo y cómetelo”.