Continuación de El Águila del Impero, situada de nuevo en Britannia y un nuevo intento de invasión como principal línea argumental.
Sin embargo, nuestro protagonista Quinto Licinio Cato, ha madurado y es un experimentado guerrero.
Tendrá que enfrentarse a los bárbaros britanos, que tienen un modo de lucha para el que los romanos no estaban preparados; será preciso un alto grado de disciplina para luchar contra ellos.
Todo ello, cómo no, rodeado de intrigas, conspiraciones y sabotajes.
En esta novela, Scarrow hace un pequeño homenaje a Robert Graves mediante la intervención del emperador Claudio, cuya caracterización responde perfectamente a la que hizo Graves en su obra Yo, Claudio.