Entre los obstáculos para formar economistas mexicanos, sobresalía la predominancia de estudiantes que trabajaban y no sabían inglés, lengua en que estaba escrito el 80% de la bibliografía especializada. La revista El Trimestre Económico y el FCE se originaron de esa constricción, y es importante subrayar que su fundación en 1934 no respondió a un plan racional, sino que fue consecuencia de una contradicción, de límites y condicionamientos, entre los cuales era evidente la falta de editoriales en México e Hispanoamérica dispuestas a invertir en una colección de traducciones de economía.