¿Y si un día él se lo come sin saberlo? ¿Se daría cuenta de que es Vicente? Traga saliva. Él no podría. “No, mi viejo”, dice en voz alta y Vicente mueve las orejas hacia atrás, para escucharlo. Y si no se lo come él, ¿se lo comen otros? ¿Y queda algo de Vicente en esas personas? No, no queda nada de Vicente en ningún lado.