A principios del siglo XI, la montaña de Montserrat es un macizo rocoso con ermitas aisladas. Allí viven todos aquellos que huyen del mundo buscando la paz o la redención. El monasterio de Santa Cecilia da refugio espiritual a los pocos que se atreven a adentrarse en el paisaje. En el año 1025, el abad Oliba toma una decisión que trastoca el orden establecido: un pequeño grupo de monjes se instala en una de las ermitas con la misión de sentar las bases del monasterio de Santa Maria de Montserrat. Entre ellos se encuentra Dalmau Savarés, ex soldado del conde Berenguer Ramon I, que se debate entre dos futuros excluyentes: la espiritualidad transformadora del eremita Basili contra el poder mundano de la Iglesia. Coia Valls recrea con su magistral minuciosidad un episodio fundamental de nuestra historia. Todo un homenaje a la montaña de Montserrat y al mar que ocupó este territorio mágico en el despertar de los tiempos.