Novelas victorianas

El sentido del humor de Kenneth Grahame es entretenido y accesible. En esta obra entrañable escrita en primera persona, Grahame se centra en sus años de vida familiar, años que forjaron su identidad y que le permitieron cruzar la frontera hacia la adultez.

George Henry Borrow fue uno de las figuras más peculiares e interesantes de la era victoriana. Borrow fue un políglota incomparable, autor de bestsellers extravagantes e incansable trotamundos. Esta corta obra es perfecta para introducirse en el universo de uno de los autores más icónicos de su época.

La primera novela de Anne Brontë es un retrato íntimo de su vida. La trama se centra en la vida de una joven mujer que toma un trabajo como institutriz con la intención de ayudar a su familia. Junto con su hermana Emily Brontë, Anne Brontë pasó a las páginas de la historia literaria como una de las voces más importantes del siglo XIX.

Thomas Hardy fue un novelista y poeta inglés que revolucionó las letras en su época. Un claro ejemplo de esto es esta novela en la que que habló sin tapujos sobre sexo, matrimonio y religión y otras cuestiones consideradas como tabú en la era victoriana.

Henry James fue un prolífico escritor de ficción, literatura de viajes, ensayo, crítica literaria y dramaturgia. Es considerado como uno de los escritores más influyentes del siglo XIX. Este volumen recoge algunas de sus obras más icónicas.

Joseph Sheridan Le Fanu fue un escritor de origen irlandés, se especializó en historias de misterio y terror. Su figura fue central para el desarrollo del género en la era victoriana. Carmilla fue sumamente influyente para obras góticas posteriores, como Drácula de Bram Stoker.

Jane Eyre es sin duda alguna uno de los personajes femeninos más memorables de la literatura. En esta novela Charlotte Brontë narra con inigualable maestría la historia de una mujer sumamente inteligente que se supera día con día para alejarse de su accidentada infancia.

Esta es la segunda parte de Alicia en el país de las maravillas. El director Tim Burton se basó en esta estrambótica novela para su exitosa película.

Elizabeth Gaskell fue una escritora, biógrafa y cuentista británica. Sus obras retratan con autenticidad la vida de la sociedad victoriana, incluyendo a la elite y a los pobres. Norte y sur es una de sus novelas más reconocidas.

Trollope fue uno de los autores más importantes e influyentes de la época victoriana. Noviazgo y matrimonio cuenta historias de amores aplazados, de relaciones equívocas, de compromisos impuestos y de heroínas capaces de manipular a sus pretendientes o a sus padres con tal de vencer los prejuicios sociales o de defender su libertad de decisión.

Lejos del mundanal ruido no es sólo un formidable retrato de una heroína victoriana que sabe que «es difícil para una mujer definir sus sentimientos en un lenguaje creado principalmente por el hombre para expresar los suyos». Es también un fresco pastoril de resonancias shakespeareanas, donde el paisaje y la historia, la naturaleza y la cultura, mantienen un diálogo tenso y complejo, lleno de pequeñas sutilezas e ironías.

Mary Ann Evans, mejor conocida por su seudónimo George Eliot, fue una novelista, poeta, periodista, traductora y una de las voces más influyentes de la era victoriana. Grandes autores como Martin Amis y Julian Barnes se refirieron a esta novela como una de las más grandes de la literatura inglesa.

Narrada a través de distintas voces, está novela epistolar de misterio y suspenso expone con maestría y originalidad la visión de un hombre respecto a los sucesos que envuelven a los protagonistas.

La célebre novela de Emily Bronte cuenta la historia de la familia Earnshaw. Dos de los personajes principales –Catherine y Heathcliff— no son hermanos de sangre pero ese hecho no resulta ser ninguna limitante para que el amor entre ellos crezca, incluso de manera romántica.

“El retrato de Dorian Gray” cuestiona el añorado mito de la eterna juventud mientras nos sumerge en una historia fascinante acerca de la decadencia humana. Poco después de su publicación en 1890, el libro se censuró en todos los países de habla inglesa a causa de su contenido sexual, así como por su explícita alusión a la homosexualidad e inmoralidad.