conducen a la búsqueda de nosotros mismos: nos enseñan el silencio, la paciencia, la soledad, el sentido de la maravilla, nos interrogan sobre nuestra relación con el tiempo, sobre la fragilidad de nuestras vidas y de quienes nos rodean. Con sus amplias alas, sus vuelos y las modulaciones de su canto, los pájaros nos salvan.