F.J. Erskine

  • Mónica Díaz Garcíahas quotedlast year
    Las mujeres que decidieron subirse a una bicicleta no solo consiguieron algo que no habían tenido hasta entonces (movilidad física por sus propios medios)
  • Mónica Díaz Garcíahas quotedlast year
    Tal vez, como en otras cuestiones, las espantosas historias que una oye a todas horas a propósito de los peligros de andar en bicicleta contengan una pizca de verdad adornada con una buena dosis de exageración.
  • Alejandra Sarminahas quoted9 days ago
    Cuando un hombre y una mujer contraían matrimonio en la era victoriana, los derechos de la mujer se cedían a su marido. Bajo las leyes inglesas, la pareja se convertía en una entidad única, representada por el marido, que pasaba a controlar todo lo referente a la familia: el dinero, las posesiones y el propio destino del matrimonio. Las mujeres se convertían, de hecho, en otra posesión más de sus maridos, que asimismo se convertían en dueños de todo lo que ellas pudieran darles, hijos incluidos.
  • Alejandra Sarminahas quoted9 days ago
    La práctica del ciclismo y los cambios en cuanto a indumentaria que la acompañaron «proporcionaron un espacio en el que la mujer pudo replantearse su propia feminidad
  • Alejandra Sarminahas quoted7 days ago
    Maestros, comerciantes, nobles, plebeyos, ricos, pobres, todos ven en la bicicleta un medio de locomoción barato y sencillo. Un artefacto que se mantendrá sin duda entre nosotros muchos años, y no como una moda, sino como un accesorio mecánico indispensable en cada hogar, grande o pequeño, con más posibles y con menos.
  • Alejandra Sarminahas quoted7 days ago
    si ha habido una persona que haya favorecido el ciclismo entre las damas, esa ha sido Su Majestad la Reina Victoria. Ella comprendió enseguida las grandes posibilidades que tenía aquella entonces novedosa idea, e inmediatamente encargó un par de bicicletas para su uso personal, y de ese modo dio prestigio y carta de naturaleza al movimiento ciclista británico
  • Alejandra Sarminahas quoted3 days ago
    Ahora bien, aun admitiendo que los frenos en ocasiones pueden dañar la cubierta, lo cierto es que son tan importantes que ninguna mujer debería ni siquiera plantearse montar en bicicleta sin contar con ellos. Una novata no tiene fuerza suficiente en los tobillos para sujetar una bicicleta descendiendo de una colina sin caerse. Algunas personas creen que es muy moderno ir diciendo por ahí: «¡Yo nunca utilizo frenos!». ¡Que no se sorprendan entonces si alguien les dice que eso significa que no llevan mucho tiempo andando en bicicleta o incluso que no tienen demasiado aprecio ni por sus vidas ni por las de los demás! No existe ninguna necesidad de ir dando frenazos en seco cada vez que se nos presente una mínima pendiente, pero cuando se llevan a cabo excursiones largas una puede encontrarse en cualquier momento en la cima de una cuesta empinada.
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