eso del amor funciona con toda su intensidad un rato, cuando la gente es joven, pero después pierde sentido, pues todo el mundo se da cuenta de que las relaciones de pareja son asunto de supervivencia, y que se resumen siempre en esto: «Para que no nos trague la tierra, vos salís a echar azadón y yo cocino y cuido a los niños». El amor: irrelevante.
En ese enredo estoy.