resignación y el hartazgo sin duda eran limítrofes. El hartazgo limitaba también con el cansancio, por el oeste. Después del cansancio aparecía la desidia —que no estaba lejos del hartazgo, porque el cansancio se extendía en un territorio delgado y largo—. Analizó la cuestión. Concluyó que no, no sentía cansancio: solo hartazgo y resignación.
graciela pedrochehas quoted5 months ago
no cualquier bien, sino un automóvil, cuyo culto desmedido infla una burbuja ideológica que alaba el crecimiento constante de cualquier economía como el único camino hacia el bienestar, sin plantear que nada, nunca, puede crecer por siempre.
Karinahas quoted5 months ago
Se maravillaba ante lo muy próximo, que también era lo invisible y, una vez descubierto, lo horroroso. Esa idea del horror discreto y cercano le atraía.