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Lisa Bradford

  • Hugo Cervantes Floreshas quoted2 years ago
    y el mundo se espesa de textura en vez de historia,
    textura en vez de espacio
  • Hugo Cervantes Floreshas quoted2 years ago
    Hay un sentimiento que el cuerpo le da a la mente
    de haber perdido algo, una pobreza fundamental, como caerse

    sin sentir que uno está pasando a través de un mundo,
    que uno podría alcanzar otro mundo
    en cualquier momento. En vez de eso, lo real
    lo atraviesa a uno,
    el cuerpo como una llegada
    que uno sabe falsa pero que no se puede traspasar
  • Hugo Cervantes Floreshas quoted2 years ago
    En esta luz azul
    puedo llevarte allí,
    ahora que la nieve me ha hecho
    un mundo de hueso
    translúcido. Esta
    es mi casa,

    mi fragmento de muro
    etrusco, los limoneros
    de mi vecino y, justo atrás
    de la iglesia más baja,
    la fábrica de aviones
  • Hugo Cervantes Floreshas quoted2 years ago
    Esto es
    lo que hacen los seres vivientes: entrar.
    Es un largo camino
  • Hugo Cervantes Floreshas quoted2 years ago
    Algo flota en el aire a su alrededor
    como si eso fuera el lugar
    donde el día se hunde,
    y el lugar al borde de los gritos, por ejemplo, esa fisura, reluce
  • Hugo Cervantes Floreshas quoted2 years ago
    Ella tenía unos caballos.

    Tenía caballos que se llamaban a sí mismos «caballo».
    Tenía caballos que se llamaban a sí mismos «espíritu», y
    | mantenían sus voces secretas y para sí.
    Tenía caballos que no tenían nombres.
    Tenía caballos que tenían libros de nombres.

    Ella tenía unos caballos.

    Tenía caballos que susurraban en la oscuridad, que temían hablar.
    Tenía caballos que gritaban de miedo ante el silencio, que
    portaban cuchillos para protegerse de fantasmas.
    Tenía caballos que esperaban la destrucción.
    Tenía caballos que esperaban la resurrección.

    Ella tenía unos caballos.
  • Hugo Cervantes Floreshas quoted2 years ago
    Y la mujer que cuelga de la ventana del décimotercero
    escucha otras voces. Algunas gritan desde abajo
    para que salte; la empujarían. Otras llaman suavemente
    desde las veredas, recogen a sus niños como flores y los toman
    en sus brazos. La ayudarían a ella, como a sí mismas.
    Pero ella es la mujer que cuelga de la ventana del décimotercero,
    y sabe que cuelga de sus propios dedos, su
    propia piel, su propio hilo de indecisión.

    Piensa en Carlos, Margaret y Jimmy.
    Piensa en su padre, y en su madre.
    Piensa en todas las mujeres que ha sido, en todos
    los hombres. Piensa en el color de su piel, y
    en las calles de Chicago, y en cascadas y pinos.
    Piensa en las noches de luna, y en las frescas tormentas de
    | primavera.
  • Hugo Cervantes Floreshas quoted2 years ago
    La mujer que cuelga de la ventana del décimotercero llora por
    la belleza perdida de su propia vida. Ve el
    sol ponerse al oeste de la planicie gris de Chicago.
    Cree recordar el sonido de su propia vida al
    soltarse, mientras cae de la ventana del décimotercero
    en el este de Chicago, o mientras
    sube trepando para reclamar de nuevo su ser.
  • Hugo Cervantes Floreshas quoted2 years ago
    Añorás un verdadero espacio para dejarlo listo
    antes de que llegue el invierno. Necesitás
    un nombre propio,
    un collar con placa. Necesitás
    el derecho de amenazar a los intrusos,
    considerar
    mi casa como tu casa
    y a mí tu persona
    y a vos
    mi propia perra
  • Hugo Cervantes Floreshas quoted2 years ago
    Cuando los videntes
    hablamos de blanco tal vez queramos decir
    silencio de un frío melancólico, que el invierno
    —no importa cuán cálidos los cuartos—
    nos espera en la puerta
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