La Santa Iglesia, en los himnos al Espíritu Santo, hace frecuentes alusiones a esos dones: «Tu septiformis munere» (Tú eres septiforme en tus dones), dice en el Himno de Vísperas de Pentecostés. Y en la secuencia de la Misa de la gran solemnidad, la Santa Iglesia le pide al Espíritu Santo que nos dé el sagrado septenario, «Da tuis fidelibus, in te confidentibus, SACRUM SEPTENARIUM», que nos otorgue sus dones divinos, que son los siete dones del Espíritu Santo.