En honor al cuento de la llave, Claudio Naranjo bautizó su teoría sobre el sufrimiento con el nombre de «teoría Nasrudín de la neurosis». En realidad, tal teoría es de Naranjo, no de Nasrudín, pero simpáticamente pone su autoría a disposición del mulá. Según su explicación, no estamos buscando la llave del ser donde la perdimos, sino donde hay más luz, lo que equivale a decir que no buscamos el ser donde lo perdimos, sino donde suponemos ciegamente que se encuentra, o donde nos movemos con mayor comodidad.